Los cientos de indígenas que se encuentran acampando a las afueras del Supremo Tribunal Federal tienen la esperanza de que este organismo reafirme el derecho de los indígenas a ocupar y preservar sus tierras ancestrales, que les fue asegurado en la Constitución brasileña de 1988. RFI conversó con Mauricio Ye'kwana, uno de los líderes indígenas que se encuentran en Brasilia. Unos 6.000 indígenas que representan a 170 etnias de Brasil, se concentran desde hace unos días en la capital y acampan en los exteriores del Supremo Tribunal Federal, en espera de un fallo histórico que podría tener repercusiones en decenas de litigios sobre sus tierras ancestrales, consideradas también reservas naturales. Mauricio Ye'kwana, líder ye'kwana de la tierra indígena Yanomami, comenta sentirse muy preocupado por el futuro de su comunidad si el tribunal emite un fallo que atenta contra sus derechos: “Si el tribunal dice que está de acuerdo con aprobar esta ley vamos a sufrir mucho porque significa garimpeiros, invasores, gran minería, agronegocios. Van a adentrarse en tierra indígena, por eso estamos muy preocupados, por eso estamos frente al tribunal, para que no se lleve a cabo la votación. El presidente del tribunal dice que tenemos derechos, entonces tiene que consultar antes de decidir algunas cosas del trabajo en tierra indígena”. El líder ye'kwana expresa que, dentro del territorio Yanomami, los pobladores, especialmente las mujeres, sufren las consecuencias de la instalación de minas ilegales y de grupos criminales quienes trastocan la vida ancestral y cotidiana de los pobladores. “La tierra Yanomami sufre porque más de 20.000 garimpeiros están aquí trabajando. Y también tienen elementos criminales. Por eso hay conflictos con las comunidades que están más cerca de donde los garimpeiros tienen actividades ilegales. Además, los garimpeiros van a las comunidades en busca de las mujeres, y hay violencia contra ellas, por eso estamos muy preocupados. No queremos que este proyecto sea aprobado”. A sus 34 años, Mauricio se suma a cientos de jóvenes indígenas que han decidido levantar su voz de protesta por la protección de sus tierras. Una reacción que, nos cuenta, llena de orgullo y entusiasmo a sus líderes tradicionales. Según la organización Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), el tribunal tiene en sus manos el proceso más importante del siglo para los 900.000 indígenas que viven en el país y cuyas reservas ocupan el 13% de un vasto territorio.