Miles de migrantes varados en el municipio mexicano de Tapachula, fronterizo con Guatemala, empezaron esta semana a ser atendidos en el Estadio Olímpico de la ciudad, ahora habilitado para que la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (COMAR) tramite con más celeridad sus demandas. Las autoridades calculan atender cada día entre dos y tres mil solicitantes de refugio y, con ello, garantizar su protección. Las cifras son una señal de alarma. México recibió más de 77 mil solicitudes de refugio –provenientes de 99 nacionalidades diferentes– entre enero y agosto. Miles de los solicitantes se encuentran varados en la frontera sur del país. Y otros malviviendo en el norte buscando cruzar a Estados Unidos. “Gran incremento de personas” Desde comienzos del año, la región vive una ola migratoria sin precedentes con un flujo histórico de 147 mil indocumentados detectados en México, el triple del año precedente, y un récord de 212 mil inmigrantes detenidos sólo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Para destrabar el proceso de refugio, decenas de funcionarios, activistas y ONG atenderán por cuatro semanas a los miles de solicitantes de refugio en el estadio del sureño municipio de Tapachula en Chiapas. “Estar atendiendo en el Estadio Olímpico es una respuesta, por parte de las autoridades de Tapachula, al gran incremento de personas que llegan a solicitar la condición de refugiado. La población más visible que está solicitando ahora es la población haitiana. Evidentemente sigue habiendo población centroamericana”, explica Jhery Antonio Pérez, abogado del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS). “Es un gran flujo, unas 3.000 personas por día, y se necesita un espacio grande para cuidar la sana distancia, las normativas de seguridad. Se hizo un gran circuito para poder hacer la filtración, para ver si las personas tienen una cita, pasar por estos campos de bioseguridad para ver si no tienen temperatura, etc., y luego más adelante registrar a las personas para tener ese documento que acredita que son solicitantes de la condición de refugiados”, prosigue. “Una buena implementación” Podría ser visto como un laberinto burocrático, pero según Jhery Antonio Pérez, es “una buena implementación del gobierno para poder dar acceso a derechos de forma más efectiva. Es muy muy rápido, tenemos unos tiempos de espera de una hora a dos horas, realmente antes era un mayor tiempo. Evidentemente el procedimiento de refugio es otro, la importancia es cómo llegar a solicitar la condición de refugiado”. “Uno de los primeros derechos al solicitar la condición de refugiado es la no deportación, y solicitando la condición de refugiado, se puede tener acceso al programa de protección internacional para cualquier persona que quiera solicitar la condición de refugiado. Pero se les pide que no abandonen la localidad solicitada, a lo cual, si las personas salen del estado solicitante, cuenta como abandono, y si quieren llegar a otro estado habrá que reabrir su caso. Pero podrían ser detenidos, tendrán que explicar el motivo de salida”, detalla. Chiapas debe sostener el maremoto de inmigrantes que entra por el sur. Chiapas que con Guerrero y Michoacán son los tres estados de donde provienen los desplazados internos de México, el otro drama que sufre el país.