Los bajos de niveles de agua del lago Mead, el embalse más grande en Estados Unidos y que también abastece a México, ha motivado que se ponga en marcha un plan de contingencia que supone reducir en 2022 el suministro de agua de cerca de 18% para Arizona, de 7%para Nevada y de 5% para México. ¿Habrá un impacto de estas restricciones en el lado mexicano? Según las previsiones de la agencia de gestión del agua, la Oficina de Reclamación de Estados Unidos, el lago Mead operará en el 2022 bajo históricas condiciones de escasez de agua, impactando a aproximadamente unos 25 millones de personas en Arizona, Nevada, California y México. Una situación originada por la disminución acelerada de la capacidad hídrica del Rio Colorado, principal alimentador del Mead y del Lago Powel. "El sistema del río Colorado está actualmente a 40% de su capacidad, una reducción comparado con el 49% registrado en esta época el año pasado", anunció la Oficina de Reclamación, agencia adscrita al ministerio del Interior encargada del abastecimiento de agua. Ante este escenario, Estados Unidos y México, que mantienen acuerdos para la administración del agua de la cuenca del río Colorado, han puesto en marcha un plan de contingencia que busca reducir la asignación de agua a los territorios mencionados. “Es una reducción que no representa más allá de algo así como 60 millones de metros cúbicos de agua de un mínimo de 1.850 desde el punto de vista hídrico”, matiza el miembro de la Asociación mexicana de hidráulica, Mario López. Sin embargo, el resultado de este informe es una llamada de alerta de que las condiciones hídricas van a seguir empeorando. “La llamada de alerta empezó para México en 2008 cuando Estados Unidos avisó: ‘oye, eventualmente va a haber una nueva condición, empecemos a prepararnos, acordemos las reglas de cómo queremos enfrentarla’. El problema es que no nos fijamos en las señales. No nos preparamos como Estados Unidos lo ha venido haciendo, es la verdad. Ellos, con esta inversión multimillonaria de la Oficina de Reclamación, no solamente tuvieron infraestructura, sino también planes de sequía para todos sus usuarios, para el sistema de agua y para sus agricultores. México también tiene esos planes, pero el problema es que no se aplican cabalmente como sí lo hace Estados Unidos”, agrega Mario López. El lago Mead se formó mediante la construcción de la presa Hoover en la década de 1930. Es una de las varias reservas artificiales que almacenan agua del río Colorado, que suministra agua doméstica, riego para granjas y energía hidroeléctrica a Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah, Wyoming y partes de México.