En Perú, las declaraciones del jefe de gabinete Guido Bellido están en el centro del debate político después de que amenazara con nacionalizar el yacimiento de gas natural de Camisea, en la región de Cusco, si la empresa encargada de la explotación y comercialización del recurso se niega a renegociar con el Estado el reparto de utilidades. Esto a pesar de que el presidente Pedro Castillo y el ministro de Economía Pedro Francke habían afirmado que el gobierno no tenía planes de expropiar. ¿Qué es Camisea y qué importancia tiene? Le hicimos cuatro preguntas a Esteban Valle, especialista en recursos naturales del Perú y coordinador del Grupo Propuesta Ciudadana. RFI: ¿Qué es Camisea? Esteban Valle: Camisea es una zona de explotación de gas. Los yacimientos de Camisea están ubicados aproximadamente a 500 kilómetros al este de Lima, en el departamento de Cusco, situado en la zona central sur del país. En su momento, su desarrollo era de vital importancia para el Perú, estos yacimientos permitirían revertir el déficit de energía por el declive de la producción de petróleo y el deterioro de las actividades de industria. Los reportes internacionales sobre la energía mundial ubican al Perú en el tercer lugar en cuanto a reservas probadas de gas natural en Sudamérica. Se estima que los yacimientos de gas de Camisea poseen 12,4 millones de pies cúbicos de reservas probadas. Son yacimientos estratégicos en el país, que proveerán gas a Perú por los próximos 20 años. RFI: ¿Quiénes conforman este consorcio? Esteban Valle: En 2004 el consorcio firmado con Pluspetrol, la empresa multinacional, ganó la licitación del lote 56. En este consorcio participan también las empresas Hunt Oil, SK Corp., TecPetrol, Sonatrach y Repsol. Este consorcio explora y produce el gas natural y líquido en los lotes 56 y 88, ubicados en una de las reservas de gas más importantes del continente. RFI: ¿A quién beneficia? Esteban Valle: El principal destino del gas natural que se produce en el Perú es la exportación. Le sigue en importancia la generación de electricidad y en menor medida el consumo industrial. Una parte muy pequeña se usa en el sector vehicular, y apenas el 1% en los hogares y pequeños comercios del país. Se han producido y exportado 64 millones de metros cúbicos de gas natural, por un valor de 7.500 millones de dólares, entre 2011 y 2018. RFI: ¿Por qué es estratégico? Esteban Valle: Después de 16 años de iniciada la explotación comercial del gas de Camisea, sólo 1,1 millones de hogares en el país cuentan con suministro de gas natural y el 90% de éstos se ubican en la capital Lima. El lentísimo proceso de masificación del gas natural en Perú muestra la ausencia de una política de Estado enfocada en lograr que amplios sectores de la población se beneficien de una fuente de energía eficiente, económica y más limpia, y para una variedad de usos domésticos que mejoren su calidad de vida. Este desbalance entre el uso del gas natural en los hogares del país y el destino que tiene el gas en otros mercados extranjeros hace que los peruanos vean este recurso como un recurso estratégico que está siendo desperdiciado y que no está beneficiándolos en el día a día.