La salida del Ministro de Relaciones Exteriores peruano Héctor Béjar, luego de unas polémicas declaraciones, es un duro golpe político al recién establecido gobierno del presidente Pedro Castillo. Ante los cuestionamientos de éste y otros ministros, el retiro del canciller deja en el aire una pregunta : Este incidente, ¿puede significar un cambio del discurso radical que mantiene el gobierno de Castillo a uno más moderado? Con tan solo 19 días en el cargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Héctor Béjar presentó su renuncia, luego de que fueran difundidas unas polémicas declaraciones sobre el origen del terrorismo en dicho país. Una vez presentada su carta de demisión, el canciller comentó a una radio cubana que su salida fue solicitada por el jefe del Consejo de Ministros, Guido Bellido. Para José Carlos Requena, analista político estas declaraciones ponen en evidencia una crisis interna dentro del gobierno del presidente Pedro Castillo. “Como ha comentado Béjar, se le ha pedido la renuncia, lo cual también muestra algunas fisuras al interior del ejecutivo, que es una coalición de izquierdas. Si bien la victoria de Castillo correspondió al partido Perú Libre, que es una izquierda más radical, para la segunda vuelta de la elección había hecho alianzas y su gabinete estaba compuesto por el menos cinco partidos, todos ellos muy precarios. Creo yo que ahí también puede haber alguna expectativa de algún otro sector de la coalición por ocupar la Cancillería. Vamos a ver a finalmente quién le asignan esta responsabilidad. Eso nos ayudará a ver por dónde se está decantando este gobierno, que ha empezado sobre todo con mensajes. De hecho, Béjar era parte ese posicionamiento que quería tener el gobierno. Pero claramente está resultando algo insuficiente, sobre todo por las serias presiones de gestión que hay”, estima Requena. Al aceptar la renuncia de Héctor Béjar, ¿el gobierno quiere evitar que su gabinete sea censurado en el Congreso? Para el analista José Carlos Requenas, es difícil pensar que ésta sea su estrategia. “Si ese fuera el ánimo, no hubieran nombrado el Premier. Este tiene tantos o mayores cuestionamientos que Béjar, por eso me resulta extraño, porque ya cuando uno ve un gabinete así de radical, uno pensaría que el gobierno, a pesar de lo que uno puede pensar de ellos, toma una posición. Así que se esperaría que envíe señales o mensajes con esa posición”, apunta. El analista señala que la salida del canciller Béjar puede significar un giro en el discurso radical del gobierno que puede materializarse con el nombramiento de un canciller con un discurso político moderado. En 10 días, la plana de ministros del gobierno de Castillo hará su presentación ante el Congreso, una gran prueba, ya que esperan obtener el voto de confianza para continuar gobernando.