Este viernes inicia en México el diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela. Por tercera vez se encuentran en una mesa de negociación en el extranjero. La agenda está centrada en sanciones internacionales, liberación de presos políticos y condiciones electorales, sin que la permanencia de Nicolás Maduro en el poder esté en riesgo. Un nuevo encuentro entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, mediado por Noruega, se celebra en México a partir de este viernes 13 de agosto. Se trata del tercer diálogo de negociación después de los intentos fallidos en Barbados en 2019 y en República Dominicana en 2017. Ángel Medina, diputado de la Asamblea Nacional y dirigente nacional del partido Primero Justicia, al que pertenece Henrique Capriles, se refirió a la falta de credibilidad de la población venezolana sobre este diálogo. “Es posible y es válido que el ciudadano sienta que no hay posibilidades en esta negociación. Varios procesos no han llegado a nada. Las bajas expectativas existen porque la crisis es tan profunda que la identificación con las instituciones políticas ha sido golpeada”, comentó para RFI Medina. Indicó sin embargo que este proceso de diálogo puede ser distinto a los demás, dada la “profundidad de la crisis en Venezuela”. “La magnitud de la crisis hace que lamentablemente los que están en el poder tengan un grado de ingobernabilidad mayor y que sea necesario construir una alternativa”, destacó. En el primer encuentro será presentada la agenda, que según han dicho Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó, consta de puntos como el levantamiento inmediato de todas las sanciones impuestas al gobierno de Maduro, condiciones electorales y un cronograma que incluya comicios presidenciales. Además, se intentará negociar de la liberación de presos políticos, entre ellos el exdiputado Freddy Guevara, detenido poco antes de las conversaciones. ¿El papel de México puede ser una esperanza para encontrar un acuerdo? “Es el debut del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en la toma de una iniciativa de orden internacional. México ha sido históricamente un gran actor de la política regional. Entonces es el primer ejercicio de un rol de mediación importante y esa sí es la mayor expectativa de resultados”, apunta el politólogo Roberto Izurieta, profesor de la Universidad de George Washington. “México tendrá interés en que no sea un fracaso. Para Nicolás Maduro, producir una decepción en el gobierno mexicano lo va a aislar aún mucho más”, detalla. Este proceso ocurre mientras el país se encamina a elecciones de alcaldes y gobernadores el próximo 21 de noviembre.