Unos 19.000 migrantes alcanzaron este miércoles 22 de septiembre el norte de Colombia tratando de llegar a Panamá, escala en su periplo a Estados Unidos. Las cifras son de la Defensoría del Pueblo colombiana, que asegura que en su mayoría se trata de haitianos. La Cruz Roja cuenta a RFI las realidades en el terreno. Entre enero de 2021 y agosto de este año, han sido 70.000 hombres y mujeres que han cruzado la selva para buscar una mejor vida en Estados Unidos. Así lo afirma la Federación Internacional de la Cruz Roja. Su vocera Susana Arroyo Barrantes, se encuentra en el campamento Lajas Blancas, del lado panameño de la frontera con Colombia. Allí llegan exhaustos, tras cruzar la temible selva del Darién, haitianos, pero no sólo. “Hay más de 40 nacionalidades”, dice. Apunta que hay personas provenientes de países asiáticos como Bangladesh o Pakistán, así como africanos, como Angola, República Centroafricana o Burkina Faso. “Las necesidades que presentan, tras cruzar la selva, son múltiples y muy urgentes. Todas atraviesan durante 5 a 12 días una selva tropical con altísima humedad y calor, expuestos a peligros tanto por el contacto con animales como por las crecidas del río”, detalla Arroyo. Explica que las personas llegan heridas y deshidratadas, algunas tras sufrir violencia sexual. “La pandemia les ha hecho perder su trabajo” A la inclemencia de la selva se le añade la violencia del Clan del Golfo, la mayor organización armada del narcotráfico que ejerce autoridad en la región. ¿Por qué este pico de migrantes haitianos ahora? “Lo que nos explican es que la situación en sus países de residencia latinoamericanos se ha vuelto insostenible. La pandemia les ha hecho perder su trabajo y sus ahorros. No logran generar ingresos suficientes para enviarlos de vuelta a sus familias”, dice Susana Arroyo Barrantes. Mientras tanto, el flujo masivo de haitianos hace colapsar la capacidad de acogida de ciudades fronterizas del norte de México y se convierten en un rompecabezas para la vecina administración de Joe Biden.