El gobierno mexicano concedió miles de visados humanitarios a los migrantes que cruzan el país con destino a Estados Unidos. Con esta medida se logró desarticular una de las caravanas que había salido de Tapachula, en la frontera con Guatemala. Otra caravana ontinúa marchando y se encuentra ahora en Veracruz, en el sudeste del país. Desde allí, denuncian que el visado humanitario es un fraude. “Mi nombre es Ingrid, de nacionalidad hondureña, tengo 16 años”: Ingrid habla desde la municipalidad de Juan Rodríguez Clara, en el estado de Veracruz, y forma parte de una caravana compuesta por unas 700 personas. Salió junto a miles de personas desde Tapachula, en Chiapas, el pasado 23 de octubre con la intención de llegar hasta Estados Unidos. Lleva un año y medio en México, donde estuvo internada en un centro, una aldea para menores durante cinco meses hasta que logró escaparse. “Papá ni mamá no tengo, sólo mis abuelos, y ya están viejitos. Tengo un tío, que está enfermo, por eso decidí irme a Estados Unidos, para trabajar, para poder apoyarlos”, cuenta. La joven denuncia que las autoridades mexicanas están dando visados humanitarios pero que se trata de un fraude, pues a muchos los trasladan de nuevo a la casilla de salida, Tapachula, ciudad fronteriza con Guatemala: “Están ofreciendo la visa humanitaria por un año, que es pura mentira. Nos están engañando con esta visa, y de nuevo los deportan a Tapachula”. En la caravana de Ingrid aún quedan unas mil personas, pero la otra que salió el jueves pasado ha quedado prácticamente desarticulada, después de que se les ofreciera el visado humanitario a 2.500 migrantes. “Albergues a puerta cerrada” Hay “personas que, por enfermedad, por el cansancio, por alguna herida, han desertado la caravana y han aceptado la oferta de Migración, que en muchas situaciones no cumple, como castigo, digamos, por haber participado a la caravana”, denuncia Rodrigo Abeja, de la organización Pueblos Sin Fronteras. “Hay otras a las que les han cumplido a medias: las trasladan a ciudades o estados donde no tienen ninguna red social de apoyo, por ejemplo a Michoacán, Puebla, Morelos, y en muchas de estas ciudades o estados, las concentran en especies de albergues a puerta cerrada, no pueden salir del estado y si lo hacen, las deportan”, añade Abeja. Más de 190.000 migrantes han sido detectados en México entre enero y septiembre de este año, el triple que en 2020. Más de 74.000 fueron deportados.