En Bolivia, la escasez de dólares tiene en jaque al país y lo está llevando al borde de una crisis social. El abastecimiento de varios sectores, como el farmacéutico y combustibles, se están viendo afectados, y ello incrementa las preocupaciones de la población. Los comerciantes, transportistas e importadores en Bolivia han sido los primeros en denunciar la restricción en el acceso a dólares por parte de los bancos. “Arce, no hay dólares”, decían las pancartas de las manifestaciones de esta semana. Y es que, aunque el Gobierno lo niegue, es una realidad. En Bolivia se están acabando los dólares.Gonzalo Chávez, economista y profesor en la Universidad Católica Boliviana, explica que la crisis tiene origen en la caída de las exportaciones de gas desde 2014, sumada a la mala gestión del gobierno. “Bolivia sufrió un shock externo negativo muy fuerte debido a la caída de los precios, especialmente del gas. Bolivia exporta gas a Brasil y a Argentina. Lamentablemente el Gobierno no hizo un ajuste con la caída de los ingresos y los gastos siguieron aumentando de manera importante”, explica el economista y añade que “el Gobierno utilizó las reservas internacionales del Banco Central Bolivia en dólares que había acumulado hasta el 2014, que llegaban a 15 mil millones de dólares. Entonces, el Gobierno no solamente perdió fuentes de ingresos por el tema de los dólares de exportación, sino también utilizó sus reservas internacionales, que en la época eran 15 mil millones de dólares y ahora ha llegado a algo como mil 800 millones de dólares, siendo que buena parte de eso es en oro y no en efectivo”.Para el economista los sectores más afectados son el farmacéutico, pues Bolivia importa el 90% de sus medicinas y los combustibles, pues según él, el gobierno de Luis Arce tendrá difícil sostener los altos subsidios.“El gobierno está frente a un trilema: ya no es posible tener una inflación baja, un tipo de cambio fijo y subsidios al precio de la gasolina, que son muy fuertes en Bolivia”. Según datos del profesor Chávez, en Bolivia cada año se gasta mil 700 millones de dólares en subsidios a los hidrocarburos. El litro de gasolina cuesta 0,60 centavos de dólar “cuando ya debería costar tres o cuatro dólares”. Las consecuencias es que el gobierno tiene enormes dificultades para mantener el subsidio porque “además depende de la importación de diésel y gasolina. Bolivia es un país que tiene gas, no tiene petróleo y esas exportaciones de gas están cayendo”, concluye.Desde 2011 el dólar se negocia a una tasa oficial fija de 6,96 bolivianos, pero ante la escasez en el mercado negro se cotiza a nueve bolivianos y en la mayoría de las casas de cambio no se ofrecen dólares.