En Perú, ha concluido el conteo de los votos de las elecciones regionales y municipales. En estos comicios se derrumbaron los principales partidos políticos con peso nacional: el del presidente Pedro Castillo y el fujimorismo se quedaron atrás, eclipsados por formaciones políticas locales. Y en la capital peruana, Lima, ha triunfado Rafael López Aliaga, un empresario ultraconservador. La vida política peruana sigue siendo dominada por “outsiders”. En las elecciones municipales y regionales de este fin de semana, ni el partido del presidente Pedro Castillo ni el fujimorismo o tampoco la izquierda liberal han logrado triunfar significativamente, observa Fernando Tuesta, politólogo de la Universidad Católica del Perú. “Hay 25 gobiernos regionales de los cuales sólo un tercio han sido ganados por los partidos nacionales, los otros dos tercios quedan en manos de estos movimientos regionales, que no lo son tanto como sus nombres pueden indicar. Los partidos siguen sin tener la capacidad de integrar representativamente a la gran mayoría del país”, estima Tuesta. En la capital peruana, que concentra más de un tercio del electorado peruano, ganó el empresario de ultraderecha Rafael López Aliaga. Miembro de la organización ultraconservadora Opus Dei, adversario del derecho al aborto, Aliaga fue candidato presidencial. Causó indignación entre otras cosas en 2021 por gritar muerte al comunismo y a Pedro Castillo durante une manifestación. Apodado Porky, Aliaga, de 61 años, es comparado con el presidente brasileño de ultraderecha Jair Bolsonaro. “Tienen varias cosas en común. En las elecciones, ambos gritan que si no ganan, es fraude, y es lo que hizo López Aliaga el año pasado: fue uno de los grandes alentadores de la versión de que hubo un fraude pese a la falta de evidencias”, apunta Tuesta. “Pero también hay diferencias, Bolsonaro viene de las Fuerzas Armadas, por lo tanto es un presidente con rasgos autoritarios. En cambio, Rafael López Aliaga viene del sector conservador de la Iglesia católica. Él es un empresario que ha llevado a la campaña dos temas centrales: el anticomunismo y el de la corrupción. Además, con este discurso inflamado ha ofrecido cosas que no puede realizar, como en el ámbito de la seguridad ciudadana o el transporte, por mencionar solo dos temas que la municipalidad no tiene entre sus funciones”, recalca el politólogo. El empresario prometió un "shock de inversiones" para promover el empleo en una capital de 10 millones de habitantes, muy golpeada por la pandemia de covid-19, cuando miles perdieron su trabajo. El nuevo alcalde de Lima tomará posesión de su cargo el 1° de enero de 2023.