En Cuba, el nuevo Código de Familias se votará este 25 de septiembre en un referendo. Prevé, además de legalizar el matrimonio y la adopción gay, reconocer el vientre subrogado y la pluriparentalidad, entre otros derechos. Para substituir el texto vigente desde 1975, el nuevo Código de Familias que los cubanos están llamados a validar introduce el matrimonio y la adopción homosexual, así como la posibilidad de reconocer a varios padres y madres, y la gestación subrogada sin ánimo de lucro, aquí llamada “gestación solidaria”. Hacia más derechos De ser aprobada, sería una de las legislaciones más innovadoras del mundo, dice Nelson Gandulla, director general de la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI: “Antes, una persona LGBTI, al no tener ese derecho de casarse, quedaba desamparada. Pero ahora con este Código, hay todas esas legislaciones que abarcan el derecho a que las personas puedan recibir inclusive educación sexual en las escuelas, que los padres puedan hablar libremente...”, comenta. Pero, matiza Gandulla, tiene que ir a la par con otros derechos: “Hay que garantizar el derecho a la educación de las personas trans que todavía tienen dificultad para acceder a la educación superior, y legislaciones que puedan amparar a las personas LGBTI cuando sufran cualquier acto discriminatorio. Entonces es una batalla ganada, pero faltarían muchos derechos para decir que Cuba está avanzada en materia LGBTI”. “Deuda histórica” Según Gandulla, hay recuperación política con este referendo organizado por el poder, y en el que no ha habido verdadera campaña por el NO. “Hay una deuda histórica por todos los antecedentes que tiene de discriminación y de homofobia oficialista. El Gobierno cubano ha querido limpiar esa homofobia histórica que ha ocurrido durante 60 años, los discursos en contra de la comunidad LGBTI que desde el mismo inicio de la Revolución fueron citados por Fidel Castro. Después, como en los años 90, tenemos los precursores de esta lucha por el matrimonio igualitario que fueron Wendy Iriepa e Ignacio Estrada, que hoy se encuentran exiliados en Estados Unidos, y que fueron los primeros que hicieron llegar firmas y recogieron peticiones a la Asamblea Nacional del Poder Popular para que se pudiera incluir el matrimonio igualitario en el Código de Familia y en la legislación cubana”, subraya. Asimismo, el director general de la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI estima que esta voluntad del Gobierno es “de sumo interés por otros procesos económicos, sociales y políticos que están ocurriendo: también lo hacen para enmascarar un poco la situación que está en estos momentos viviendo Cuba, y se entretienen un poco con lo del Código de Familias”.