Más de 7 000 personas partieron el lunes de Tapachula, en el sur de México, con destino a la frontera con Estados Unidos. En su mayoría se trata de migrantes centroamericanos, haitianos y venezolanos. Según los organizadores, esta nueva caravana masiva se produce debido a la preocupante situación humana en Tapachula, donde los migrantes se han amontonado a la espera de documentos de tránsito. Tapachula, Chiapas, se ha convertido en "Tapachula-Haití", ironiza Irineo Mujica, director de la ONG Pueblos sin fronteras y organizador de una nueva caravana con unos 7 000 migrantes que partió esta semana del sur de México con el objetivo de llegar a los Estados Unidos, pero también para denunciar los riesgos que enfrentan durante su camino y la lenta administración mexicana. En entrevista para RFI, Mujica explicó que la situación en Tapachula es desoladora. “Las caravanas nos son más que un síntoma de lo que está pasando en la zona sur, por ello, la única opción que le queda al Instituto Nacional de Migración (INM) es contenerlos [en esta parte del país]”, alertó. “Para ellos es un infierno”, resumió Mujica. Los migrantes, recién llegados, viven en las calles cuyas condiciones deterioran su salud.Por otra parte, el aumento de migrantes en esta ciudad sureña de México ha hecho que el panorama de la urbe cambie, tanto que los precios de las rentas ahora son más elevados. Con mensualidades que van de los 400 a 800 dólares, “todos los tapachultecos han hecho un negociazo ahí”, dijo Mujica.Regresar a la caravana Compuesta en su mayoría por centroamericanos, haitianos y venezolanos, algunos, dice Mujica, lo hacen por segunda vez. Tal es el caso de una familia de haitianos que partió primeramente en una caravana, pero que fueron deportados, y que decidieron intentar la travesía nuevamente. “De una familia de cinco”, precisó Mujica, “dos podría ser secuestrados o asesinados. Yo por eso ya no los invito más”.El objetivo de estas caravanas ha adquirido, en los últimos meses, un tono que reclama al gobierno mexicano la autorización de permisos de tránsito para llegar a la frontera con Estados Unidos “sin ser detenidos o deportados”. Estos permisos son otorgados por Instituto de Migración a cuenta gotas, cuando no cancela sencillamente su emisión, y a precios que no pueden pagar los migrantes.“Lo obtienes si lo pagas. La gente que viene en las caravanas, que no tiene dinero para pagar, que tiene niños y que tiene que decidir si come, si los duerme en un parque o en la calle. Su única esperanza es sobrevivir”.Además, el crimen organizado está encima de los migrantes, por eso con esta movilización se trata de salvar vidas y que los migrantes no sean secuestrados.Este año las autoridades han desactivado caravanas enteras entregando permisos de tránsito.Washington acordó recientemente con el gobierno de Venezuela un plan para deportar a ciudadanos de ese país que hayan ingresado ilegalmente después del 31 de julio. En tanto, México se comprometió con Estados Unidos a recibir a los migrantes indocumentados y entregarlos a las autoridades de sus países de origen.