Las matanzas entre presos de Ecuador comienzan a banalizarse tras una espiral de violencia que no hace más que aumentar en los últimos años. Esta vez, la crisis carcelaria de este país sumó un nuevo episodio sangriento tras el registro de 20 asesinatos en una prisión de la ciudad sureña de Cuenca, este fin de semana. En Ecuador, un enfrentamiento entre presos dejó este 3 de abril en Cuenca al menos 20 muertos, y cinco de ellos fueron mutilados. El gobierno ha retomado el control de la prisión pero reconoce que todavía hay reos armados en las celdas. “Falta de política pública” Una escalada de violencia que de momento no tiene freno ni limite, según el criminólogo y profesor en la Universidad Católica de Ecuador, Santiago Arguello Mejías: “Esto no va a parar, y no va a parar si no se toman medidas apropiadas, profundas respecto de la crisis. Yo creo que el gobierno o los gobiernos se equivocan cuando ponen en manos de los militares y de los policías el sistema penitenciario. Eso hace que esa gente, que no ha estado nunca en una cárcel, las esté dirigiendo con un elemento suplementario que es la espiral de violencia. (…) Sin duda la falta de política pública en materia de justicia penal y en el tema penitenciario nos está atacando tremendamente y nos está dando estos resultados”, estima. En el informe del año pasado se registraron al menos 316 fallecimientos de presos, debidos, según el Gobierno, a enfrentamientos entre bandas de narcotráfico rivales presuntamente vinculadas con los carteles mexicanos. Pero, comenta Arguello Mejías, “lo que no se ha estudiado y no se ha profundizado es que también la ‘Ndrangheta está en Ecuador, también hay mafia italiana, también hay situaciones que tienen que ver con la creación interna de situaciones de violencia con grupos criminales que se van especializando en el interior del Ecuador. Entonces cuando la explicación es exclusivamente de la droga, yo digo que no. La penetración de estos grupos criminales es evidente. Y lo más importante es lo que se haga desde la perspectiva de inteligencia estratégica, que no se ha hecho absolutamente nada”. “Transformar, dignificar y humanizar el sistema de rehabilitación” Una opinión que no comparte el general Pablo Ramírez, jefe del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI): “Es un conflicto entre bandas, es una acción irracional, producto de que estamos en combate a la delincuencia, al narcotráfico específicamente. Todo lo que sucede en las ciudades también tiene una repercusión dentro de los centros de rehabilitación, por eso es importante saber que estamos ya con un plan estratégico del sistema de rehabilitación, que empezó el 3 de diciembre de 2021”. Según el general, el plan ya está en marcha: “En estos tres meses hemos generado varias evaluaciones tendientes a cumplir con recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos , la CIDH, que ya se implementaron en algunos casos de manera anticipada. También tenemos recomendaciones de Naciones Unidas que ya están en implementación y de esta manera ya estamos articulando con diferentes instituciones, como la Corte Nacional de Justicia con la Defensoría pública, para ir reduciendo todos aquellos trámites, para evitar la burocracia y la corrupción”. “Los hechos lamentables que ocurrieron el 3 de abril hacen que reforcemos cada una de las intervenciones que teníamos planificadas, porque es importante determinar que todas las acciones que juntemos van a tener el único objetivo de transformar, dignificar y humanizar el sistema de rehabilitación”, concluye el general Pablo Ramírez. La Comisión Interamericana de Derechos (CIDH) se pronunció hace tan solo un par de semanas al respecto, denunciando el abandono de años que sufren las prisiones de Ecuador, abogando por nuevas políticas carcelaria y criminal en ese país.