Ecuador vuelve este domingo a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en la que se enfrentan la izquierdista Luisa González y el derechista Daniel Noboa. Los comicios se llevan a cabo en un clima de violencia, enrarecido tras el asesinato del aspirante presidencial Fernando Villavicencio. Ecuador vota en medio de un estado de excepción debido a los altos niveles de violencia, decretado por el presidente Guillermo Lasso un día después del asesinato del candidato Fernando Villavicencio, en agosto.En estas elecciones anticipadas por el mecanismo de “muerte cruzada”, en las que Lasso evitó el juicio político disolviendo la Asamblea Nacional, llegaron al balotaje presidencial las figuras de la izquierdista Luisa González y el derechista Daniel Noboa.En entrevista con RFI, Simón Pachano, profesor de Flacso Ecuador, consideró que la población ecuatoriana se encuentra frente a dos incertidumbres sobre el desarrollo de la jornada electoral del próximo 15 de octubre.Por un lado, los dos candidatos no eran favoritos, “ni conocidos públicamente. El electorado recién comenzó a conocerlos durante la primera y la segunda vuelta”, a pesar de que González y Noboa era legisladores. Pachano estimó que fue hasta el debate presidencial del pasado 1ro de octubre que el electorado ecuatoriano tuvo claridad de quiénes eran los candidatos.Y el segundo factor que explica el clima de incertidumbre está relacionado con la violencia que azotado al país. El asesinato de un candidato presidencial en plena campaña electoral fue “un hecho inédito en Ecuador y que creó una situación muy grave y de confusión en el electorado”, dijo.La violencia y la segunda vuelta En un contexto de violencia, no menos de 7 personas vinculadas al magnicidio del candidato Villavicencio fueron asesinadas en prisión, se impuso naturalmente el tema de la inseguridad.Leer tambiénSéptimo sicario colombiano muere en prisión relacionado con asesinato de Villavicencio“Es el tema que preocupa más a la ciudadanía”, reiteró Pachano. “En todas las encuestas aparece como la preocupación mayor de la ciudadanía, pero los planteamientos de los dos candidatos son muy generales: equipamiento y profesionalización de las entidades policiales, militares, etc. Pero no hay una visión de conjunto en eso.Las últimas encuestas publicadas indican un virtual empate técnico entre los candidatos, aunque con una leve ventaja para el aspirante de derecha.