En Laredo, la mayor ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos, su alcalde Víctor Treviño dijo a RFI que se ha reducido el número de migrantes que llegan a esa localidad, principalmente por la expiración de la norma conocida como 'Título 42'. La cantidad de migrantes interceptados en la frontera entre México y Estados Unidos se redujo a la mitad tras el fin de una norma adoptada durante la pandemia de covid-19, informaron las autoridades estadounidenses. La norma en cuestión se denomina "Título 42", una regla sanitaria implementada durante la pandemia que se utilizaba para expulsar inmediatamente a los migrantes. El fin de esta regla preveía una avalancha migratoria. Lo sorprendente es que, al contrario, se ha reducido el flujo de migrantes en los albergues de acogida durante los primeros días. "Hemos visto una cantidad menor (de migrantes). Ayer nos mandaron alrededor de 700", explica el alcalde de Laredo, Víctor Treviño. Según él, la principal razón radica en que el reglamento ha cambiado. Ahora todos los que buscan asilo deben pedirlo primero en otros países, antes de venir a pedirlo en Estados Unidos. "Éste es el primer factor", subraya. Pero hay otros elementos, entre otros, que México está auxiliando a los migrantes y ha puesto a su disposición albergues. "Las autoridades mexicanas también han mostrado cierta habilidad en tenerlos ahí", subraya Treviño. Otro punto para tener en cuenta es que el nuevo reglamento estipula que, si una persona ha sido regresada o deportada más de una vez, corre el riesgo de ser castigada durante cinco años, es decir, que en ese lapso no puede entrar a Estados Unidos. Además, los centros de detención instalados en las otras fronteras exigen ahora que tengan cita para su audiencia en la Corte, pero antes de ser mandados a los centros de asilo o antes de ser liberados en la calle. "Creo que todos estos factores combinados han influido para que no estemos viendo el auge tremendo que estábamos esperando", comenta Treviño. Aunque el número de migrantes ha sido menor de lo que se esperaba en los primeros días, las autoridades en Laredo todavía siguen en "alerta máxima". En particular por un posible hacinamiento en los centros de procesamiento y detención de migrantes. A esto hay que añadir la poca capacidad de los hospitales, los cuales no disponen de una unidad de cuidados intensivos pediátricos. "Uno de los puntos más importantes es que, desde el punto de vista médico, aquí en Laredo estamos desatendidos. No solo no tenemos unidad de cuidados intensivos pediátricos, sino que, además, hay pocos cupos en los hospitales", precisa Treviño. Si llegan familias con niños, después de haber realizado largas travesías, el alcalde teme que la ciudad no pueda ofrecerles la atención médica suficiente. Las autoridades locales han pedido fondos federales para los asilos no gubernamentales, pero éstos no han llegado y por el momento la ciudad tiene que ofrecer las ayudas. Tras la expiración de la norma "Título 42", el presidente Biden se ha comprometido a duplicar la cifra de refugiados que admite procedentes del continente americano, manteniendo el programa ampliado de permisos humanitarios gracias al cual está aceptando la entrada de hasta 30.000 personas al mes que obtienen un permiso de estadía y durante dos años. El reto del gobierno de Biden es gestionar el elevado número de inmigrantes de forma segura y ordenada hacia Estados Unidos.