El presidente electo de República Dominicana, Luis Abinader, iniciará este viernes su segundo mandato en el país. Si bien el mandatario logró mantener la estabilidad macroeconómica y política pese a la pandemia de Covid-19, gran parte de la actividad económica es informal y la población se ve afectada por la desigualdad y la inseguridad, mientras que un 23% vive bajo la línea de pobreza. Ganador con el 58% de los votos, Abinader asumirá un segundo mandato en la República Dominicana, con la promesa de ser un “presidente reformador”. Su primer gobierno logró atravesar la crisis de la Covid-19 y un contexto de inflación. Y para este año, las proyecciones prevén un crecimiento económico del 5%, uno de los más altos de la región.Sin embargo, el director del Observatorio Político Dominicano, Nathanael Concepción, relativizó el balance de su gestión.“Es un Gobierno de muchas intenciones, no de muchas realizaciones. El hándicap estuvo en que no se logró ese gran desarrollo de cosas que podemos considerar como legado. Ahora van a un segundo término, y no tienen el tema de la pandemia ni el mismo proceso de aprendizaje por el que pasa un gobierno cuando está en su primer término. Por lo tanto, este debería ser un cuatrienio en el que logren más resultados”, estimó.En ese sentido, destacó que el mandatario dispone de una mayoría “abrumadora” en el Congreso. Abinader gobernará con la oposición más debilitada de los últimos 20 años, algo que debería facilitar la aplicación de su programa de gobierno.Esta nueva gestión tiene varios retos, sobre todo, en el plano económico y social.“Nuestro gran desafío sigue siendo la desigualdad, mejorar la condición de vida de los ciudadanos. Hay todavía necesidades básicas no resueltas. Una de las tareas pendientes en mejorar el tema de la seguridad ciudadana y mejorar la igualdad. Y ahora tienen el reto de la reforma fiscal, que es una necesidad para poder equilibrar las finanzas públicas”, opinó Concepción. Esta reforma permitiría otorgar más fondos a las áreas de salud y educación, entre otras. Aunque es una de las promesas de campañas de Abinader, el político adelantó que su prioridad es hacer antes una reforma constitucional, algo que cuestiona el politólogo.“El Gobierno ha priorizado este debate constitucional por encima de otros temas que para nosotros son más prioritarios. No tenemos una crisis constitucional en la República Dominicana. O sea, no hay un elemento que te haga sentir que hay una urgencia, no obedece a una coyuntura de demandas, y eso es lo que justamente cuestione que eso sea una prioridad”, considera.Otros de los temas espinosos que deberá afrontar el dirigente es la amenaza que supone la inestabilidad en el vecino Haití.“De alguna manera, por momento el tema como que se politizó y eso no ayudó. Nosotros entendemos que es un tema de Estado y que requiere una mayor acción en el colaboración internacional” agregó.El especialista resaltó los esfuerzos que hizo el Gobierno en ese campo y celebró la llegada de tropas al país vecino. No obstante, aclaró que la inseguridad de Haití es un "riesgo" para la República Dominicana y, por tanto, es importante reforzar la seguridad en la frontera y evitar que las bandas operen en territorio dominicano.