El gobierno había anunciado que el glifosato estaría prohibido a partir del 1ro abril, pero al final el presidente López Obrador se echó para atrás. Este herbicida, potencialmente cancerígeno, seguirá siendo utilizado porque según las autoridades es necesario para la producción agrícola y “aún no se le ha encontrado un sustituto”, pero los ambientalistas aseguran que la decisión la tomó la industria agroalimentaria. Al glifosato nadie lo toca. Esta habría sido la consigna de la industria agroalimentaria para que los políticos mexicanos aplazaran la prohibición del herbicida. Monserrat Téllez, Integrante de la organización 'Semillas de Vida', dijo a RFI que ya había decretos, que se tenía que aplicar una transición, y sin embargo, antes de que comenzara el mes de abril, el gobierno mexicano publicó un comunicado en beneficio de esta industria multimillonaria.“Hay funcionarios que están en contra de este decreto y que no han cumplido con las obligaciones que este decreto les confería. La Secretaría de Agricultura y desarrollo rural, dirigida por Víctor Villalobos, tenía la responsabilidad de promover e implementar las alternativas al glifosato. Pero emitieron un comunicado, que es un absurdo, porque es como si reconocieran que han omitido la responsabilidad de la Secretaría para hacer cumplir el decreto”, declaró a RFI Téllez.A pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha clasificado al glifosato como un herbicida probablemente cancerígeno, gobiernos alrededor del mundo defienden su utilización en nombre de la soberanía alimentaria. México está en este grupo y en compañía de los agroindustriales.“Sabemos que tenemos la razón de nuestro lado. Y con las evidencias científicas basta para aplicar un enfoque precautorio. No es una problemática específica de México. En todo el mundo las sociedades están reclamando la garantía de sus derechos ambientales, de salud y alimentarios frente a estos plaguicidas altamente peligrosos. Lo lograremos cuando pongamos por encima el bien común sobre los intereses económicos”, agregó Téllez.La especialista también explicó a RFI que las principales empresas de agrotóxicos, como Bayer o Syngenta, tienen no solo poder económico sino también poder político, como en el caso de México o la Unión Europea.Aunque se trata de un aplazamiento, el gobierno no ha comunicado la nueva fecha para la prohibición del glifosato en los campos mexicanos.