El Supremo Tribunal Federal de Brasil aplazó este 7 de junio tras su breve reanudación un juicio decisivo para los pueblos indígenas, en el que se debate la demarcación de centenares de sus tierras ancestrales. Se trata además un revés político para el presidente Lula da Silva. Los pueblos indígenas de Brasil esperan lo que se ha denominado el "juicio del siglo", en el que los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) en Brasilia deberán validar o rechazar la tesis del "Marco Temporal", que sólo reconoce como territorios indígenas aquellos ocupados por ellos cuando se promulgó la Constitución, en 1988.La semana pasada, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que valida ese límite temporal, asestando un revés al presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien se comprometió a proteger a los pueblos originarios."Un impacto enorme"Un fallo a favor de esta tesis supondría además un importante paso atrás en la lucha contra la deforestación de la Amazonía. Especialistas sostienen que las reservas indígenas juegan un papel fundamental en el combate del calentamiento global, como baluarte contra la deforestación, disparada durante la administración del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.En concreto, el STF debate una causa sobre el territorio Ibirama-Laklano, en Santa Catarina (sur), que en 2009 perdió su estatus de reserva tras una sentencia de primera instancia bajo el argumento de que las comunidades no estaban viviendo allí en 1988.Se trata, según todas las organizaciones internacionales que siguen el caso, de un asunto que "nos afecta a todos". "La decisión del Supremo va a tener un impacto enorme, principalmente las tierras que están pendientes de reconocimiento. Supondría otra violencia adicional el negarles ese derecho a estar en esos territorios. Entonces esperamos que no sea aprobada esta tesis porque sería un desastre para la protección ambiental en la Amazonía y para los pueblos indígenas. Podrían intentar revisar tierras que ya están reconocidas legalmente, sería un desastre para Brasil y para el mundo", explica César Muñoz, director asociado para las Américas en Human Rights Watch."Sería muy contradictorio"Las posibilidades de que centenas de reservas indígenas se vean afectadas son muy reales, lo que supondría un duro revés para el Gobierno. "Es una posición muy dividida en la Corte Suprema y no me extrañaría que consiguieran formar una mayoría para revertir lo que se ha decidido en el Parlamento. Caería alrededor de un tercio, se quedarían en un tercio de lo que son a día de hoy. Es decir, es un perjuicio grande, sobre todo considerando un gobierno como el de Lula, que ha tenido la preocupación de señalar en varios momentos un compromiso muy claro con el medioambiente y muy claramente también con los pueblos originarios", destaca Paulo Velasco, doctor en el Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (IESP-UERJ)."Entonces, sería muy contradictorio que durante su gobierno se pasara en el Parlamento este tipo de decisiones. Para eso está la Corte Constitucional, la Corte Suprema para hacer el control de constitucionalidad. Tendrá que negociar con partidos de centro, incluso algunos de centro derecha, para conseguir formar una mayoría mínima, porque no la tiene para nada", recalca Velasco.Centenares de indígenas de todo el país acampan esta semana en la capital para exigir que se declare inconstitucional el concepto del "Marco Temporal". La decisión de este "juicio del siglo", sin embargo, podría tardar aún varias semanas en llegar, puesto que este miércoles uno de los magistrados pidió más tiempo para evaluar el complejo caso. El juicio será reanudado en una fecha todavía por determinar.La deforestación en la Amazonía brasileña cayó un 31% en los cinco primeros meses del Gobierno Lula, de enero a mayo, en comparación con el mismo periodo de 2022, según datos divulgados el miércoles por el Ministerio de Medio Ambiente.