Las elecciones locales que se vivieron en México este 4 de junio fueron un simulacro de las presidenciales de 2024. Con el triunfo del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador en el estado de México, que fue gobernado por el PRI durante 94 años sin interrupción, Morena se presenta desde ahora como una indomable máquina electoral. El triunfo de Morena en 2018, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, causó un terremoto en el sistema de partidos políticos de México: ya no hay izquierda ni derecha, ya no hay liberales ni conservadores, a los mexicanos sólo les queda estar con Obrador o en contra de Obrador.“Un partido con mucha fuerza”La alianza que reagrupa al PRI, PAN y PRD, tres partidos tradicionalmente contrarios pero unidos contra Obrador, perdió este domingo su último bastión dejándole a Morena el campo libre para convertirse en el nuevo partido hegemónico.“Aparece el partido Morena como un partido con mucha fuerza, ganando la mayoría de los espacios en disputa en las elecciones, tanto presidenciales como legislativas y a nivel local, y no se percibe que haya un cambio rumbo a las elecciones presidenciales del año próximo”, comenta Francisco Reveles Vázquez, politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).“El triunfo no solamente fue en contra del PRI y sus aliados, sino en contra de un grupo político que le dio sustento al presidente anterior, Enrique Peña Nieto, y a varios otros destacados liderazgos que en otra época hubo dentro del PRI. Sí, es un triunfo no solamente electoral, sino político muy importante para Morena”, recalca el especialista.Prácticas antidemocráticasPor su parte, el politólogo Jacob Villagómez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, considera que Morena se consolidó utilizando las mismas prácticas antidemocráticas que tanto se le reprochó al PRI, como la compra de votos, el acarreo masivo de votantes, y hasta las amenazas.“Este tipo de prácticas no fueron ajenas al proceso electoral tanto de la alianza encabezada por el PRI, PAN y PRD, así como la alianza del partido oficial de Morena, PT y Verde. Ambos bandos incurrieron en este tipo de actividades que son muy común dentro del marco de las elecciones y mucho más en el estado de México que durante mucho tiempo el PRI gobernó y creó una estructura corporativista alrededor de diversos sectores”, explica Villagómez.En este país está prohibida la reelección presidencial, por lo cual el futuro candidato de Morena podría causar un nuevo terremoto político como el de 2018.