El gigante petrolero Chevron firmó la semana pasada "contratos para la continuación de las operaciones y las actividades de producción" en Venezuela, tras recibir una licencia de Estados Unidos para retomar parcialmente sus actividades en este país bajo embargo, informó el gobierno venezolano. José Gonzales; director de la consultora GCG Advisors, explica por qué “Occidente necesita que Venezuela produzca petróleo nuevamente”. En Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro celebra la actualización de la licencia que el gobierno de Estados Unidos otorgó el viernes 1° de noviembre al gigante petrolero Chevron, que podrá retomar parcialmente sus actividades en el país sudamericano. Las actividades de Chevron en Venezuela estaban paralizadas desde 2020 en el marco de un embargo impuesto contra Maduro por Donald Trump. ¿Qué significa esto para Venezuela y su deteriorada industria petrolera? “Por primera vez Venezuela puede volver a producir y exportar crudo a los Estados Unidos vía Chevron, que explota petróleo en la Guajira venezolana desde 1920”, recuerda a RFI José Gonzales el director de la consultora GCG Advisors. “Es el primer paso que abre las puertas para la reconstitución y reconstrucción de la industria petrolera venezolana que llegó a producir 3.300.000 barriles de petróleo al día y hoy produce menos de 700.000, teniendo la capacidad para producir hasta 6 millones de barriles diarios. En el contexto de la crisis energética, son imprescindibles para Occidente” recalca el analista. La falta de petróleo en el mercado internacional es la clave del giro de la política de Estados Unidos. “No hay petróleo convencional en el mundo, y Venezuela tiene las reservas más grandes del mundo. Además, está en Occidente: no hay estrecho de Ormuz, no hay Canal de Suez, no hay oleoductos que pasen por Ucrania, y la infraestructura está hecha. Está muy deteriorada, hay que hacer una inversión de capital importantísima en Venezuela para que el país recupere esos tres millones diarios y llegue a los cinco, seis millones a los que podría llegar, contemplando la capacidad de refinación venezolana que es de calidad mundial”, afirma. “La refinería de El Palito es una de las más grandes del mundo y está funcionando al 15%. Es decir, el bono de que Venezuela retorne a los mercados petroleros es que además puede refinar. Occidente necesita el petróleo venezolano, de ahí que la presión, particularmente de Francia y del presidente Emmanuel Macron, hacia los Estados Unidos, a la que se han sumado Italia y España, porque tanto Total como Eni como Repsol tienen empresas mixtas y producen en Venezuela y han sido bloqueadas por estas sanciones… Occidente necesita que Venezuela produzca petróleo nuevamente y ahí, lo que se ha aplicado con el régimen de Nicolás Maduro, es la ‘real politik’ de Henri Kissinger”, enfatiza Gonzales. Cabe recordar que la licencia especifica que la estatal venezolana PDVSA no reciba ingresos directamente por las ventas de la compañía estadounidense.