El gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) retomarán las negociaciones de paz a partir del lunes en la capital venezolana, luego de una suspensión de casi cuatro años, según anunciaron las partes en Twitter. Noruega y Cuba fungirán como países garantes del proceso. Las negociaciones con la última guerrilla reconocida del país fueron interrumpidas por el mandatario conservador Iván Duque (2018-2022), luego de que los rebeldes atacaran con un coche bomba una escuela de policía en enero de 2019. El atentado dejó 22 víctimas, además del agresor. Con la llegada del gobierno de izquierda de Gustavo Petro en agosto, las partes volvieron a acercarse y habían anticipado que la mesa se reanudaría a principios de este mes, aunque sin precisar dónde. "Nosotros tenemos la principal expectativa en esta reanudación de los diálogos es que se supere, se solucione ese conflicto armado de más de 50 años entre las insurgencias del conocido Ejército de Liberación Nacional y el Estado colombiano, y que esa superación de ese conflicto, por supuesto, esté mediada por un acuerdo que se ha cumplido por las partes", declaró a RFI Luis Emil Sanabria, fundador de la organización colombiana Redepaz. Hasta el momento, gobierno e insurgentes no han dado a conocer la lista completa de negociadores, aunque Petro ya designó al dirigente ganadero y opositor a su gobierno José Félix Lafaurie como parte de su delegación. La instalación de esta Mesa de Dialogo en Caracas ha sido posible luego de que Colombia y Venezuela retomaran relaciones tras la llegada de Petro a la Casa de Nariño. Noruega y Cuba serán los países garantes del proceso. Nuevo intento Fundado en 1964 por sindicalistas y estudiantes simpatizantes de Ernesto "Che" Guevara y la revolución cubana, el ELN tiene una fuerte presencia en la frontera de 2.200 kilómetros entre ambos países. Las partes no han pactado un cese al fuego, pero acordaron en octubre "retomar el conjunto de los acuerdos y avances logrados desde la firma de la agenda" del 30 de marzo de 2016. Los últimos cinco presidentes colombianos han tenido negociaciones frustradas con el ELN, que aumentó su pie de fuerza de 1.800 a 2.500 miembros tras la suspensión de los diálogos con Duque, según estimaciones oficiales. La infraestructura energética y las transnacionales en Colombia son sus principales "objetivos militares". También libra una sangrienta disputa por el territorio con disidentes del pacto de paz que desarmó a la guerrilla FARC en 2017 y grupos narcotraficantes de origen paramilitar. Antonio García, máximo comandante del ELN, señaló en octubre que la vía para buscar la paz pasa por "atacar las causas" del "conflicto armado, que son la desigualdad, la falta de democracia, la inequidad". La negociación es parte de una política de "paz total" con la que el nuevo gobierno busca poner fin al conflicto de casi seis décadas en Colombia.