En Estados Unidos, "controlar la imaginación" pareciera un sueño de los republicanos que intentan hacer realidad al prohibir libros en escuelas públicas. Libros que cuenten historias de la comunidad LGBTI o de la comunidad afroamericana han sido retirados de las bibliotecas, principalmente en Florida y Texas. RFI entrevistó a la escritora Ashley Hope Pérez, que conoce bien el problema. “En unos momentos, Illinois se convertirá en el primer estado del país en prohibir oficialmente la prohibición de libros de una vez por todas”, dijo el gobernador de Illinois, el demócrata J. B. Pritzker, quien aprobó esta semana una ley para “prohibir la prohibición de libros”.Prohibir la imaginaciónProhibido prohibir no es una paradoja en Illinois, sino la manera con la que ponen un alto a los llamados de la extrema derecha para censurar libros en un país que se asume la cuna de la democracia moderna.Según Ashley Hope Pérez, autora de Out of Darkness, un libro censurado en Texas que cuenta un romance entre una mexicana y un afroamericano, “estamos en marcha hacia algo no democrático. Pero yo digo a mis hijos: ‘Tenemos que hablar ahora. No podemos esperar ni un día para defender el derecho de pensar’. No sólo es el derecho de leer lo que quieren controlar, es la imaginación, es la posibilidad de pensar en otras vidas, en personas diferentes. Y tenemos que luchar ahora por la democracia, por la posibilidad de imaginar un futuro mejor”. “Los libros sirven para abrir nuestras mentes y queda claro que la extrema derecha de Estados Unidos quiere ver a los jóvenes con las mentes cerradas. Entonces yo veo que el gobernador de Illinois se está defendiendo contra esta amenaza”, prosigue.Luchar por la juventudLos jóvenes son particularmente afectados, estima Ashley Hope Pérez: “Ellos son los que sufren, ellos son los que pierden algo importante. En muchos lugares, los libros que reflejan o amplían el mundo de los jóvenes ya desaparecieron, ya no están en las bibliotecas”, explica.“Es por eso que yo sigo escribiendo y también busco avenidas legales, como una demanda judicial en curso en Florida, que busca ver los libros devueltos a las bibliotecas. Estamos al principio del proceso, pero yo diría que es un principio importante porque señala que lo que está pasando es en mayor parte ilegal y en contra de nuestra Constitución. También señala que luchamos para los estudiantes y su derecho de leer y aprender”, subraya la escritora.