Ocho países de la Organización de Estados Americanos (OEA) impulsaron un proyecto de resolución "sobre la situación en Nicaragua" para ser debatido durante la asamblea general virtual que arrancó este miércoles, con la pandemia y el calentamiento global como telón de fondo. Canadá presentó el proyecto de resolución en su nombre y en el de Estados Unidos, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, Uruguay y Antigua y Barbuda para pedir al Consejo Permanente que realice "una evaluación colectiva inmediata (...) a ser completada a más tardar el 30 de noviembre y tome las acciones apropiadas". "Burla", "fraude anunciado", "pantomima" fueron algunas de las expresiones de la comunidad internacional para calificar las elecciones en las que Ortega consiguió un nuevo mandato como presidente. Con líderes opositores en la cárcel o en el exilio y sin verdaderos contendientes, el régimen nicaragüense se expone ahora a un mayor aislamiento internacional. Un tema en la agenda de la OEA cuyo secretario general, Luis Almagro, tachó los comicios nicaragüenses de "ilegítimos" y llamó a tomar medidas ante "la clara violación de la Carta Democrática". Pero ¿puede la presión de la OEA forzar ya una apertura del régimen de Ortega? “Es muy reciente [para contemplar] una apertura del régimen de Ortega, pero creo que los Estados miembros de la OEA tienen en sus manos un conjunto de herramientas políticas, como es la Carta Democrática Interamericana”, dice a RFI Antonia Urrejola, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y relatora para Nicaragua. “Es un debate que tienen que dar los órganos políticos, precisamente para que se inicie esta apertura. No sé si se va a dar en estos días, pero no se va a dar sin la presión de la comunidad internacional. Y lo hemos visto así en la historia de esta región, en lo que han sido los conflictos armados, las dictaduras del Cono Sur. Finalmente, los procesos democráticos, los llevan los propios pueblos al interior de los países. Pero cuando estamos ante regímenes autoritarios, como fueron las dictaduras de Cono Sur, como es el régimen de Ortega, sin la comunidad internacional, no hay procesos democráticos. La comunidad internacional tiene, una vez más, demostrar la importancia que tiene el acompañamiento de estos procesos y la presión internacional”. Desde el mes de junio, el secretario general de la OEA se mostró favorable a activar los mecanismos para aplicar a Nicaragua el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana. Este contempla suspender a un Estado miembro si rompe el orden democrático y la diplomacia no ha dado resultado para resolver el problema. En este supuesto, el país debería seguir cumpliendo, sin embargo, con sus obligaciones en materia de derechos humanos. ¿Qué efecto podría tener esta aplicación en Daniel Ortega? “No sé, pero sí aumentaría su aislamiento ante la comunidad regional, pero no sabría decirle qué valoración él hace sobre, por ejemplo, una suspensión de la OEA, porque primero hay un procedimiento de suspensión de la OEA y luego la expulsión”, dice Urrejola. “Pero yo creo que siempre para los países es importante no estar aislado regionalmente”. El texto presentado por Canadá pasa a la comisión general, que lo debate, y se votará jueves o viernes. Para ser adoptado se necesita la mayoría simple de votos de los Estados miembros, es decir 18 de 35. Este proyecto de resolución no implica abiertamente la activación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, en virtud del cual se puede suspender a un Estado miembro si rompe el orden democrático y la diplomacia no da resultados. Pero podría desembocar en su activación en función de las conclusiones de "la evaluación colectiva". En el texto, los ocho países declaran que las elecciones "no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática". Reiteran el llamamiento "para la liberación de todos los candidatos y presos políticos" y el fin "de la detención y hostigamiento de los medios de comunicación independientes y miembros de la sociedad civil". Managua se defiende El embajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo Mcfields Yescas, respondió a las críticas: "Se votó de manera libre, libre de presiones, libre de chantajes, libre de injerencias y libre de sanciones". El diplomático pidió a la OEA mirar hacia el futuro y no "hacia el pasado con posicionamientos neocolonialistas e intervencionistas". Son contadas las excepciones dentro de la comunidad internacional que respaldan a Nicaragua. Destacan Rusia, Cuba, Bolivia y Venezuela. Con AFP