Ante el conflicto entre Rusia y Ucrania, la industria de carnes de Paraguay y sus compradores rusos decidieron interrumpir las exportaciones al país euroasiático. El gerente de la Cámara Paraguaya de Carnes Daniel Burt anunció que los compradores rusos decidieron interrumpir la compra de carne al país suramericano como “mecanismo de precaución, hasta que haya claridad para el comercio” y aseguró que ésta no es una decisión política. “Esperar a que haya más claridad” “Es muy impredecible, como va a estar la moneda rusa, y la capacidad de compra de este país, la capacidad de consumo, y ante estas circunstancias tan irregulares, se vuelve muy complicado el comercio internacional. Entonces no ha sido una sanción, ni tampoco una decisión política, sino una pausa para esperar a que haya más claridad”, explicó Burt. Rusia es el segundo destino del mercado de la carne vacuna paraguaya. En 2021 se exportaron 100 mil toneladas de carne por valor de 350 millones de dólares, según Burt, por lo que el gerente de la Cámara no descartó la búsqueda de nuevos mercados tras frenar las exportaciones a este país. “El 20% de la carne de exportación paraguaya a Rusia, en su mayoría es carne de producción industrial, y si se ve muy afectado ese mercado, la industria paraguaya tendrá que buscar diversificar a más de los 70 mercados que tiene habilitados para tratar de ubicar esa carne en otros destinos”, detalló. Mundo globalizado Así mismo, Burt lamentó la incertidumbre que se vive en el comercio internacional a raíz de este conflicto: “Estas situaciones generan mucha incertidumbre y es muy problemático para el comercio internacional, no sólo para el rubro de la carne sino para todo”, dijo, señalando que debido al mundo “tan globalizado” en el que vivimos, “un conflicto de esta envergadura puede afectar a países que están muy lejos y que a la vista no tienen nada que ver el uno con el otro”. Algunos de los problemas de pago de los compradores rusos y la incertidumbre se deben a que países de la Unión Europea y Estados Unidos excluyeron a los principales bancos rusos del sistema Swift de transacciones bancarias internacionales, como represalia por la invasión rusa a Ucrania.